Aunque
con la existencia de los avanzados programas informáticos de que disponemos hoy
en día, parezca que dibujar a mano es un atraso, nada más lejos de la realidad.
Es una evidencia que para confeccionar un proyecto profesional de paisajismo,
al igual que de arquitectura, se requiere de la informática a la hora de la delineación
de los planos de plantas, alzados, secciones o detalles constructivos, pero estas
delineaciones deben ser un segundo paso que suceda a los inicios creativos del
proceso.
El ordenador es rígido, aunque pueda parecer que facilita mucho el trabajo. En pantalla cuesta mucho más desarrollar la imaginación si bien, una vez obtenidas las ideas, todo irá más rápido a golpes de ratón. Esto es algo que se inculca en las escuelas de arquitectura y que a los alumnos, por lo general, les cuesta entender al principio; pero una vez asimilada la importancia del lápiz y superada la barrera del encorsetamiento del programa informático, se descubre todo un mundo, el de la creatividad.
El
boceto en papel lo soporta todo, es un rápido aliado para plasmar nuestras
ideas, reflexiones y correcciones; con la goma podemos borrar una y mil veces y
si utilizamos papel de croquis será posible calcar el dibujo en diferentes
capas, realizando innumerables pruebas. Es la primera parte del proceso, la más
bonita, en la que debemos buscar soluciones a los problemas, ordenar las ideas
y comenzar la andadura del diseño. Debemos guardar todos esos croquis, bocetos
y apuntes en el expediente del proyecto; será muy interesante conservar lo que
fueron los gérmenes de nuestro trabajo. Cuantas veces habremos oído hablar de los
garabatos rápidos en las servilletas de bar, que después han derivado en grandes
obras.
Os dejo
algunos ejemplos de dibujos y bocetos míos y podréis comprobar que no hace falta
que sean grandes obras de arte para enmarcar, pues no es esa su función, sino la de
ayudarnos a concebir los espacios en
esencia:
La acuarela en nuestro bloc de notas es una herramienta muy rápida y de gran expresividad. Muy útil para plasmar ideas que requieran del color y magnífico remedio antiestrés.
La configuración de un espacio puede verse en cuestión de minutos con un dibujo rápido.
Pasar de nuestra cabeza al papel un detalle constructivo puede ser cuestión de un momento. Con la ayuda de ese boceto inicial, después será mucho más fácil desarrollar en el ordenador todas las delineaciones pormenorizadas.
Si disponemos de tiempo y ganas, se pueden realizar perspectivas más trabajadas, de resultados mucho más llamativos.
Un ejercicio de dimensionado y encaje se hará con mucha mayor facilidad y mejores resultados si dibujamos a mano. Son importantes los apuntes, reflexiones y anotaciones que sentarán las bases del diseño.
Al final del proceso podremos llegar a los más altos niveles de definición, según nuestras posibilidades y las características del proyecto, pero para alcanzar ese resultado siempre habremos pasado por el croquis ( o al menos, deberíamos haberlo hecho). La siguiente infografía es parte del resultado obtenido en el proyecto iniciado con el croquis anterior.
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Muy bueno !
ResponderEliminarMuchas gracias por tu comentario y saludos!
EliminarMuy bueno!
ResponderEliminar¡Gracias!
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